México compartió ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sus preocupaciones de que, con la llegada del Talibán a la capital de Afganistán, y la subsecuente toma política del poder por parte del grupo islamista, el país se convierta, una vez más, en un refugio seguro para grupos terroristas.
“Pese a los acuerdos firmados y la existencia de un robusto marco de derecho internacional sobre combate al terrorismo, nos preocupa también que se abra la puerta a que Afganistán sea, una vez más, refugio seguro para grupos terroristas. Cualquier escenario para el futuro de Afganistán debe asegurar que esto no suceda”, sostuvo Alicia Buenrostro, Representante Alterna de México ante las Naciones Unidas en la reunión de emergencia del Consejo convocada este lunes.
En ese sentido, los demás integrantes del Consejo de Seguridad reafirmaron la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán para garantizar que el territorio no se utilice para amenazar o atacar a ningún país, y coincidieron en que ni los talibanes, ni ningún otro grupo o individuo afgano, deben apoyar a los terroristas que operan en el territorio de cualquier otro país.
México detalló que la comunidad internacional, y en especial el Consejo de Seguridad, debe presentar un frente común para dejar en claro que el presente curso de acción resulta inaceptable y se tienen que respetar los compromisos adoptados y privilegiar la vía del diálogo y de la negociación política.
“Adicionalmente, solicitamos a aquellos que mantienen interlocución directa con el Talibán a que expresen su más sonora condena a los ataques contra civiles, en particular, mujeres, niños y minorías, y llamar urgentemente a retomar las negociaciones de una forma constructiva”, reiteró Buenrostro en su intervención.
México alentó a que el futuro de Afganistán sea decidido democráticamente por todos los afganos, y deploró de manera inequívoca los ataques deliberados contra la población civil, consideró además que los reportes de ejecuciones sumarias, de ataques deliberados contra mujeres, apaleamientos, restricciones y censura de medios de comunicación son señal de alarma para la comunidad internacional.