En los últimos años, el término «Hypercar» se ha hecho más común y aunque no existe una definición exacta, hace referencia a un vehículo que cumple con los máximos estándares en cuanto a prestaciones, diseño y exclusividad.
Y como en todo, siempre hubo un pionero y en este tema no hay excepción: para muchos expertos de la industria, el primer Hypercar de la historia fue, sin duda, la leyenda McLaren F1.
No es para menos, hablamos de un auto creado por McLaren Automotive que desafió todos los límites tecnológicos de la época. Fue en 1992 cuando vio la luz la primera unidad fabricada de este mítico británico, tomando el título del auto más rápido del mundo alcanzando los 391 km/h los cuales, 30 años después, siguen siendo alucinantes.
El corazón del McLaren F1 es un motor totalmente atmosférico de 12 cilindros en configuración en V a 60 grados. Su cilindrada es de 6.1 litros capaces de generar una potencia de 618 hp a un régimen de 7400 rpm. El desarrollo y evolución del motor estuvo a cargo de BMW, la posición del mismo es central/trasera.
El chasis un monocasco creado totalmente en fibra de carbono lo que ayudó en gran parte a contener el peso, ya que el F1 pesa poco más de 1000 kg y logra el 0-100 km/h en solo 3.2 segundos.
Al interior encontramos un detalle que caracterizó al F1, el asiento del piloto está ubicado al centro, mientras que los acompañantes van detrás, uno a cada costado.
El McLaren F1 se ha convertido en una joya perseguida por los coleccionistas. Se vendieron 106 unidades a un precio de un millón de dólares, pero al día de hoy se valúan hasta en 22 millones de dólares. Ciertos rumores apuntan que en México existe un McLaren F1.