Los Gobiernos de Estados Unidos y México se están preparando para un aumento de los migrantes indocumentados que se dirigen a su frontera compartida en los próximos meses, después de que una inflación rápida en países clave de Centroamérica empeorara las dificultades económicas.
Funcionarios de las Administraciones de los Presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador discutieron en los últimos días su preocupación por el impacto que el aumento de los precios de los alimentos y la energía tendrá en la región, según personas familiarizadas con las conversaciones que pidieron no ser identificadas por no estar autorizadas a hablar públicamente del tema.
Los precios de las materias primas a nivel mundial se han disparado a causa de la invasión rusa en Ucrania, lo que ha afectado el poder adquisitivo y ha agregado tensión económica a las naciones en desarrollo.
Un funcionario de la Casa Blanca confirmó que durante el viaje del Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a México y Costa Rica esta semana se habló sobre el mayor costo de vida.
Los Gobiernos consideran que es un factor adicional que estimulará la migración de personas que ya enfrentan la violencia persistente y la miseria causada por la pandemia de Covid-19, que va por su tercer año, dijo la fuente.
Las conversaciones recientes han incluido al Departamento de Estado, al Consejo de Seguridad Nacional y a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, precisaron las personas.
Honduras y El Salvador registraron en febrero los aumentos de precios al consumidor más acelerados desde 2014 y 2011, respectivamente. La inflación en México fue de 7.3 por ciento en febrero, cerca del máximo de dos décadas alcanzado en noviembre.