CIUDAD DE MÉXICO.-Gobernadores del PRI y el PAN entregaron al General Salvador Cienfuegos el control de la seguridad pública en zonas conflictivas de inseguridad. Y la delincuencia antes de bajar, creció.
Con Cienfuegos los militares tomaron control en Sinaloa, Nayarit, Estado de México, Veracruz, Puebla y Guerrero, entre otras entidades.
En las dos primeras se consolidó el poder del Cártel del «Chapo» Guzmán y del H-2, cárteles que, según las indagatorias estadounidenses protegía Cienfuegos. En el Estado de México la delincuencia creció exponencialmente; en Veracruz, se triplicó el homicidio doloso; en Puebla las tomas clandestinas crecieron mil por ciento.
Desde compras millonarias y trato de proveedor favorito, la cesión de predios de cientos de hectáreas, financiamiento para el despliegue de miles de efectivos y hasta premios y condecoraciones, los Gobernadores de distintos partidos consintieron a Cienfuegos.
En Sinaloa, el Gobernador Quirino Ordaz aceptó que la seguridad fuera regida por militares con la condición impuesta por Cienfuegos de colocar a sus mandos en puestos clave de la seguridad pública.
El Gobierno estatal proporcionó alimentación, hospedaje, viáticos y estímulos económicos entre los 3 mil a los 8 mil pesos, según el grado militar. Es decir, pagó, al menos, 115 millones de pesos anuales para la vigilancia castrense.
También compró armamento, ocho vehículos blindados y dos aviones no tripulados con una erogación de 72 millones 199 mil 580 pesos. Además, fueron construidas una base militar en El Sauz, en Culiacán, y un centro de operaciones meteorológicas en Mazatlán, pagadas por el Gobierno estatal.
En el Estado de México, con el Gobernador Eruviel Ávila, le fueron encomendados al Ejército el control operativo de 25 municipios de alta delincuencia como los de la zona oriente, pero, a pesar del despliegue castrense, la violencia se agudizó.
En Ecatepec, por ejemplo, los delitos del fuero comùn pasaron de 22 mil 969 a más de 30 mil entre 2015 y 2018.
Con dinero del gobierno mexiquense se construyeron dos cuarteles para el Ejército.
Tras la detención de Cienfuegos, Ávila dijo que el General era un hombre probo.
En Veracruz, con el entonces Gobernador Miguel Ángel Yunes, los militares se hicieron cargo de la seguridad en el puerto, Xalapa y otros municipios cercanos como Banderilla, Coatepec y Emiliano Zapata, en un esquema similar al de Sinaloa.
Yunes defendió fervientemente el despliegue de militares en el estado y hasta condecoró a Cienfuegos con la Medalla Adolfo Ruiz Cortines.
La tasa de homicidios dolosos en Veracruz pasó de 6.3 muertes por cada 100 mil habitantes en 2015 a 17.7 en 2018, según cifras oficiales.
En Puebla también tuvo trato privilegiado de Rafael Moreno Valle donde supuestamente el Ejército tomaba control de la lucha contra el huachicol. El General León Trawitz -jefe de Seguridad Física de Pemex- viajaba mensualmente a Puebla a reuniones con Moreno Valle.
Bajo la vigilancia militar las tomas clandestinas a ductos de Pemex en Puebla pasaron de 120 en 2012 a mil 533 en 2016, de acuerdo con datos de la empresa petrolera.