Ante las discusiones sobre la aprobación o rechazo de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y la reforma eléctrica constitucional, que buscan favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), expertos piden que se piense en el beneficio para México y no para una sola empresa.
“Tenemos evidencia muy dura de que el modelo que quisimos construir con la reforma de 2013 tiene virtudes; el mercado sí acomoda cosas y permite producir con precios menores, permite energías más limpias”, apuntó Edna Jaime, directora general de México Evalúa.
“Podemos tener todos los argumentos técnicos, pero no resolvemos el tema político asociado con la CFE. Debemos redefinir su vocación, cómo hacerla rentable, reformular su gobierno corporativo. No podemos ‘matar’ al País por salvar a una empresa”, señaló durante el foro Reforma sí, pero ésta no.
Cecilia Aguillón, directora de la Iniciativa Transición Energética en el Instituto de las Américas, advirtió que las empresas e inversiones no van a llegar a México si no se apuesta por el desarrollo de energías renovables y económicas, y si no hay certeza jurídica.
“Las empresas no van a llegar a un mercado donde no haya certeza jurídica, donde no se sabe si se va a producir suficiente energía y cuál va a ser el costo. Es una decisión pragmática, no política ni emocional, así ‘piensan’ las empresas”, subrayó.
“México no está mandando las señales correctas para atraer inversiones desafortunadamente; es algo frustrante porque todo está ahí, las oportunidades están ahí”.
Esta tarde, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se encuentra discutiendo la constitucionalidad de la reforma a la LIE, y se espera que el próximo lunes los diputados lleven al Pleno la discusión y votación sobre la reforma constitucional.
Dentro de los cambios que contemplan ambas reformas se contempla eliminar el criterio del despacho económico, para que la CFE entregue primero la energía de sus centrales, sin importar costo ni tecnología, y la participación de los privados queda relegada.
Tony Payan, director del Centro México-Estados Unidos en el Baker Institute, remarcó que la CFE no tiene la capacidad, tecnología ni en materia de capital para proveer a todo el mercado.
Además, se resta autonomía a los reguladores como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) e incluso los permisos de privados podrán ser cancelados sin tener un criterio claro.
“Es un mercado muy complejo que requiere contemplar aspectos desde lo rural hasta lo urbano. La propuesta no ensancha la resiliencia y la capacidad de dar respuesta a todas las necesidades de México en el futuro; al contrario, las estrecha y priva a México de una competitividad importante”, señaló Payan.