CIUDAD DE MÉXICO.-Aún con los 9 mil efectivos del Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y Protección Civil desplegados desde el domingo en las costas de Oaxaca, antes de que «Agatha» tocara tierra, el huracán hizo estragos en comunidades y caminos –algunos recién construidos–, lo que complicó la evacuación de habitantes, revelaron autoridades estatales.
Las avenidas de agua en las localidades dejaron un saldo hasta ayer de 11 muertos y 33 personas desaparecidas.
Los deslaves de cerros, carreteras y puentes desgajados, así como la acelerada creciente de ríos, pusieron en jaque los apoyos de las fuerzas a las comunidades, a donde los efectivos no pudieron llegar ni en helicóptero.
Las carreteras 200 y 175 sufrieron daños, por lo que la circulación vial por la zona también complicó la salida de personas de la zona de impacto, afirmaron fuentes de la Octava Región Militar.
En la carretera federal 175, a la altura de San Mateo Río Hondo, se reportó un derrumbe el pasado martes.
En San Pedro Pochutla, a la altura de la localidad de El Venado, el nivel del agua sobrepasó la carretera.
A la falta de previsión de evacuación se sumó el desbordamiento del río Copalita; dos en Santa Catarina Xanaguía, por posible deslizamiento de ladera; uno en San Mateo Piñas, por deslizamiento de ladera, y uno en San Carlos Yautepec por posible arrastre de río, en la localidad de Asunción Tlacolulita.
Además se reportó el desquebrajamiento de dos puentes: El Herradura, que conecta a Santa María Huatulco con Pluma Hidalgo (inaugurado en diciembre de 2021) y el Puente Azufre, ubicado en la carretera 175.
Habitantes de la comunidad de Barra Copailita, ubicada a unos 20 minutos de Huatulco, sobre la carretera Acapulco-Salina Cruz, fueron arrasados dos veces por las corrientes del río Copalita.
El poblado tiene a 100 metros las corrientes que bajan desde Ozolotepec y San Pedro El Alto.
Vecinos indicaron que en medio de las ráfagas de viento, soportaron el cauce del río en sus calles y después el regreso de éste al río, lo que ocasionó inundaciones y pérdidas de enseres domésticos.
«Este árbol se lo trajo el río», lamentó un vecino que señala el tronco atravesado en su vivienda. «Se llevó los muros, también el refrigerador que ya no funciona, el baño se rellenó de lodo», añadió.
Una señora de este poblado, de unos 2 mil habitantes, indicó que muchas de las pertenencias de los vecinos fueron a dar al río.
«Allá está todo», dijo. «El ropero quedó completamente vacío, se llevó (el cauce) los trastes, todito», refiere la vecina, mientras señala con su dedo a donde llegó el nivel del agua. A la mitad de su puerta. «La estufa está llena de lodo, las habitaciones».
La mayor parte de las viviendas en este este sitio están edificadas con láminas, por lo que el agua las derribó de manera instantánea y la corriente arrastró a algunas personas.
«Gracias a Dios todos estamos bien, a mi hija la gordita es la que no encontrábamos, mi nietecito tampoco lo encontrábamos, ahí lo rescató una familia, porque tiene dos plantas su casa, los pasaron para arriba, y nosotros andamos busque y busque, desesperados, yo dando de gritos por mi hija, cómo será posible que se la haya llevado el río, uno de madre se preocupa por los hijos, así como duelen las cosas», dijo a Grupo REFORMA doña Juana Santos.
Hasta ayer, entre las comunidades sin energía eléctrica figuraron Santa María Tonameca, San Pedro Pochutla, Santa María Huatulco, San Bartolomé Loxicha, Santa María Ozolotepec, San Luis Amatlán, Santo Domingo Ozolotepec, San Agustín Loxicha, y San Idelfonso Amatlán.