Como estaba cantado, con su mayoría y la de sus aliados en el Senado, Morena aprobó esta noche en comisiones, sin ningún cambio, el dictamen de la reforma que permitirá a la Defensa Nacional asumir el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional.
Rechazado por la Oposición, que advirtió del riesgo de la militarización de la vida pública, el dictamen será puesto a consideración del pleno mañana jueves, aunque colectivos que se oponen a «la militarización» del País anunciaron una concentración para «clausurar» la sede parlamentaria.
La reforma comprende cuatro leyes y nueve artículos transitorios: Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, de la Guardia Nacional, Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
«Igual y nos llevamos otro sexenio en mejorar la seguridad», reconoció el morenista Félix Salgado Macedonio antes de pedir la rápida aprobación de la reforma.
«No se vale engañar al pueblo con un discurso en contra de la militarización», protestó el panista Damián Zepeda. «Felipe Calderón fracasó en la política de seguridad pública. Enrique Peña Nieto fracasó en la política de seguridad pública. Andrés Manuel fracasó en la política de seguridad pública».
La morenista Lucía Trasviña aseguró que la reforma es de orden administrativo. No define su naturaleza civil o militar. Se trata de establecer un orden de carácter administrativo o presupuestal», sostuvo su correligionaria Lucía Trasviña.
María Merced González, también de Morena, resaltó la simpatía que suscitan en el pueblo los soldados.
«La preferencia mayoritaria se inclina por un control militar», argumentó. ¿Qué hacemos hoy aquí? No hacemos sino acompañar el sentir de la Mayoría. El pueblo manda. La mayoría de la gente opina que la Guardia Nacional debe tener control militar.»
González aseguró que lo único que interesa a Morena «es proteger a la sociedad y darle a la gente un remedio efectivo contra la violencia».
De la bancada mayoritaria, Elí Cervantes Rojas consideró que «quienes están más capacitados son los soldados del Ejército Mexicano. «Nos dicen que nos vamos a arrepentir, pero creo que sólo nos podríamos arrepentir si el pueblo de México perdiera la confianza y volviera atrás».
Por el PRD, Miguel Ángel Mancera externó su desacuerdo con lo que había planteado la morenista Lucía Trasviña y aseguró que el control operativo y administrativo que el Ejército tendría sobre la Guardia contravendría el Artículo 21 Constitucional.
El senador Germán Martínez, del grupo plural, trajo a colación la figura de Benito Juárez para recordar que el oaxaqueño había propuesto una Guardia Nacional de carácter civil.
«La minuta que se presenta traiciona la memoria liberal», dijo antes de recordar que este mismo día las Fuerzas Amadas ya habían abierto las «cajuelas de los coches. Si les damos todo el poder a los militares, los vamos a corromper. No le demos poder absoluto a nadie. Soy decente, por eso me invitó Andrés Manuel López Obrador a su movimiento.»
Por el PRI, Claudia Ruiz Massieu advirtió que profundizar la militarización será contraproducente puesto que «no hay una mejoría en los índices de criminalidad: eso por sí mismo no ha dado un mejor resultado. Vamos a seguir desvirtuando la función que tienen las Fuerzas Armadas en la Constitución».
En la Comisión de Justicia, el dictamen fue aprobado con nueve votos en favor y ocho en contra; en Estudios Legislativos Segunda, con nueve en favor y cinco en contra.