En Liconsa «se evaporaron» 79.7 millones de litros de leche líquida, que sería transformada en polvo, y por cuyo proceso de industrialización pagó 202.8 millones de pesos, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Según una auditoría de la Cuenta Pública 2021, que ayer fue remitida a la Cámara de Diputados, Liconsa no pudo acreditar que la leche líquida saliera de sus almacenes ni que fuera transformada en polvo.
Durante la auditoría, Liconsa remitió diversas facturas para intentar acreditar la entrega de la leche; sin embargo, ninguna corresponde al faltante encontrado por la ASF.
Además de pedir la devolución del dinero, la ASF solicitó que el Órgano Interno de Control inicie un procedimiento de responsabilidad administrativa.
