Juana María Ramírez
La extensión de la ciudad, ha generado desgraciadamente que el hábitat del oso negro se invada, ese ha sido el motivo principal por el que se han observado algunos ejemplares merodeando en algunos lugares de la región.
Julio Ríos, comandante operativo de emergencias en protección civil y bomberos de Monclova, dijo para La Prensa de Coahuila, que el hábitat es casi perfecto para esta especie, pero que hoy en día la labor de un cambio estacional, donde se termina su reserva calórica, los obliga a salir a buscar alimento y Coahuila es un corredero natural del oso negro.
Agregó que de agosto a diciembre es el tiempo en el que normalmente hibernan y que ahora se han tenido avistamientos en los patios de algunas empresas al sur de la ciudad en enero y febrero.
Ríos aseguró que estos eventos serán cada vez más comunes, ya que la ciudad está creciendo y algunos fraccionamientos están ubicados en las faldas de los cerros, “el oso es un animal que tiene muy perfeccionado el sentido del olfato, algunos habitantes tienen la mala costumbre de tirar basura, y ellos perciben los olores incluso a kilómetros, por eso ha sido muy recurrente su presencia en algunos sectores de la ciudad”, expresó.
No atacarlos y dar aviso a las autoridades es la recomendación que se le hace a la ciudadanía, el oso negro es un animal protegido por el estado y cualquier persona que atente contra este ejemplar enfrentará un proceso penal y se hará acreedor a una multa de 7 mil pesos.
Protección civil y bomberos sigue el protocolo de resguardar, avisar a PROFEPA y regresar a su hábitat natural al animal, y en caso de que se requiera se buscará el apoyo de médicos veterinarios y mantendrá en el Eco Parque Monclova, al oso hasta su recuperación.
En 2022 y lo que va de 2023 el comandante Julio Ríos ha atendido alrededor de 8 reportes de avistamientos, donde se ha ocupado de que estos animales regresen salvos a su lugar de origen, lamentablemente en Lamadrid y Sacramento, han torturado hasta la muerte a los osos encontrados.