Oscar Ballesteros
En la parroquia Santiago Apóstol se llevó a cabo la misa de celebración de la Eucaristía y el lavatorio de pies, en representación a la acción de humildad que realizó Jesús; dentro de dicho acto, aprovechado por el Padre Eduardo Neri, fue un mensaje para los monclovenses que han sufrido por la actual situación de AHMSA.
El hecho donde Jesús recibiría su ultima cena, esperando su muerte y decidiera lavar sus pies a cada uno de sus apóstoles, es representado por las autoridades parroquiales, siendo un signo de la humildad y hermandad que generó; misma que debe seguir en práctica.
En el contexto actual de Monclova, la hermandad que se debe de ofrecer es para las familias desprotegidas de Altos Hornos, pues la crisis por la que atraviesa ha dejado vulnerables a todas estas personas; el sacerdote Eduardo Neri, señaló que la humildad debe ser parte de quienes pueden solucionar el problema.
“Ostentamos a nuestras familias para que Dios, Nuestro Señor ilumine las mentes, los corazones de nuestras autoridades, de nuestros empresarios, de todos aquellos que depende la solución, pronta y efectiva de esta crisis, para que no perdamos la fe y la esperanza en Nuestro Señor, clamamos a él y ofrecemos esa intención particular en esta eucaristía”, compartió el párroco.
De la misma manera reafirmó que el mensaje es para el sacerdocio quienes deben profesar el estilo de Jesús, el cual trata de tratar con familiaridad a los feligreses, tomar el lavatorio de pies como una señal de fraternidad y no sometimiento, para ver por igual a los creyentes que busquen ayuda en sus palabras.
“Nosotros nos debemos ayudar unos a otros, especialmente con los más pobres, los que sufren, porque son nuestros hermanos, nuestra familia, solo entre hermanos se puede servir al estilo de Jesús. Nos inspira a nosotros el amor servicial de Cristo, eso es a lo que nosotros nos da sentido al gesto de esta celebración”, concluyó.
Previo a la celebración de la homilía, elementos de los grupos de la parroquia ofrecieron a los asistentes una representación de la Última Cena al exterior de la iglesia, la cual caracterizó los sucesos donde Jesús lavó los pies de los apóstoles y anunció la traición que sufriría al terminar el banquete.