Por Lilia de la Fuente.
Maldito el hombre
Que confía en el hombre. Jeremías 17.
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Es muy importante leer y
Pedir A DIOS nos ilumine, para que nuestro espíritu
Se llene de Sabiduría.
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1-El pecado de Judá escrito esta
Con cincel de hierro y con Punta de diamante; esculpido
Está en la tabla de su corazón
Y en los cuernos de sus altares.
2- mientras sus hijos se acuerdan de sus altares y de
Sus imágenes de Asera, que están junto a los árboles frondosos y en los collados
Altos.
3- Sobre las montañas y
Sobre el campo. Todos sus tesoros entregaré al pillaje
Por el pecado de tus LUGARES ALTOS en todo tu territorio.
4- Y perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus
Enemigos, en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi
Furor, que para siempre arderá.
5- Así DICE DIOS: Maldito el
Varón que confía en el hombre. y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de DIOS.
7- Bendito el varón que confía
En DIOS, y cuya confianza
ES DIOS.
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Jeremías 17- 10…
Yo DIOS, que escudriño la mente, que pruebo el corazón
Para dar a cada uno según su
Camino, según el fruto de
Sus obras.
TE RECOMIENDO LEER
PROVERBIOS 25…
25- 5 Aparta al impío de la
Presencia del rey. y su trono
Se afirmara en justicia.
Proverbios 25-6
No te alabes delante del rey
No estés, en el lugar de los grandes.
PROVERBIOS 25- 8
No entres apresuradamente
En pleito.
No sea que no sepas qué hacer al fin.
Después que tu prójimo,
Te haya avergonzado.
Proverbio 25- 24
Mejor es estar en un rincón
Del terrado,
Que con mujer rencillosa
En casa espaciosa.
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Parábola del Fariseo
Y el Publicano.
San Lucas 18- 9
A unos que confiaban en sí mismos como justos y
Menos preciaban a
Los otros, dijo también estas
Parábola:
Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano.
El fariseo, puesto en pie,
Oraba consigo mismo de
Esta manera, DIOS, TE DOY GRACIAS PORQUE NO SOY
COMO OTROS HOMBRES.
LADRONES, INJUSTOS,
Adúlteros, ni aun como
Este Publicano;
Ayuno dos veces por
Semana, doy diezmos,
De todo lo que gano.
Mientras el Publicano,
No quería ni alzar los ojos
Al Cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo,
Dios, sé propicio a mí, pecador. ÈSTE, descendió a
Su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
Humilla será enaltecido.
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AMEN.
Hasta mañana.