Para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades como el cáncer es fundamental contar con hábitos y rutinas saludables, según un estudio del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (WCRF/AICR).
Esta investigación realizada en 2018 reveló que el 40% de los casos de cáncer se podrían haber evitado si se adoptaran hábitos más saludables. Es por ello, que los especialistas elaboraron un listado de 7 hábitos que ayudan a prevenir esta enfermedad.
El objetivo del estudio científico fue dejar en claro que las decisiones y comportamientos cotidianos son fundamentales para garantizar la calidad de vida y el estado de salud.
Las «7H» para evitar el cáncer
El método de las «7H» recibe el nombre en función a los siete hábitos saludables que hay que seguir como barrera contra el cáncer. Estos hacen hincapié en la alimentación, la actividad física y el consumo de alcohol.
Mantener un peso saludable
El control del peso es fundamental. Un peso saludable reduce la carga en el cuerpo y disminuye la inflamación, factor asociado a varios tipos de cáncer.
Realizar actividad física
El ejercicio regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora la regulación hormonal y la función inmunitaria, ambos relevantes en la lucha contra el cáncer.
La actividad física moderada como caminar rápidamente, nadar o andar en bicicleta que si se realizan de manera regular pueden ser altamente beneficiosas.
Una dieta saludable
Comer frutas, verduras, granos integrales y legumbres, con un consumo limitado de grasas saturadas y azúcares, podría ayudar en prevención del cáncer. Estos contienen nutrientes esenciales y antioxidantes que protegen las células del daño que puede desencadenar el cáncer.
Evitar el consumo de comida rápida y comida procesada
Estos alimentos suelen ser altos en grasas, azúcares y sal, y bajos en nutrientes esenciales. Su consumo regular se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad y cáncer.
Reducir el consumo de carne roja y procesada
Esta se la ha vinculado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal, por lo que limitar su consumo puede reducir este riesgo.
Reducir el consumo de bebidas azucaradas
Este tipo de bebidas contribuyen a la obesidad y al sobrepeso, lo que aumenta el riesgo de cáncer. Un alto consumo de azúcares puede llevar a la inflamación y a la resistencia a la insulina. Lo más recomendable es optar por agua o bebidas sin azúcar.
Limitar el consumo de alcohol
Esta droga es un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer como cáncer de mama, hígado, boca, garganta y esófago. Restringir su consumo o evitarlo completamente reduce significativamente el riesgo.