Sorprende al hombre en la calle, vapuleándolo con brutal ferocidad
Alexis Massieu
La Prensa
Tras ser detenido y acusado de golpear sin motivo aparente, con ventaja y brutal ferocidad, a un hombre con discapacidad, y de la tercera edad, un juez penal dejó en libertad el día de ayer, a Alfredo “N”, alias “El Tacuba”, un limpia parabrisas, adicto a las drogas que vive en la calle, y que a consideración del juzgador no representa un peligro para la víctima ni para la sociedad.
Según la acusación hecha por el Ministerio Público dentro del proceso identificado como la causa penal 163/2024, Alfredo “N” fue detenido en flagrante comisión del delito de lesiones leves extendidas calificadas por haberse cometido con ventaja y brutal ferocidad, circunstancia que podría variar, dado que, tras realizarle unos estudios a la víctima, Jesús “N”, se le detectó una fractura craneoencefálica.
Los hechos, se indicó por parte del abogado de la Fiscalía, ocurrieron el pasado 18 de febrero en la esquina que forman los bulevares Benito Juárez y Harold R. Pape, a las 17:40 horas aproximadamente, cuando se le reportó a la Dirección de Policía Preventiva Municipal (DPPM), que había una persona agresiva alterando el orden público en el exterior de una sucursal bancaria.
Cuando se aproximaban los patrulleros de la unidad 217, vieron a un hombre que se encontraba golpeando a otro, y procedieron a su arresto, saliendo a relucir, que sin razón alguna, “El Tacuba”, había atacado a una persona adulta mayor, la cual tiene una discapacidad consistente en un brazo y una pierna con parálisis.
De lo ocurrido, además de la denuncia de la víctima y el informe rendido por los agentes preventivos, hubo testigos, como fue el caso de una mujer de nombre Ludivina, quien llegó al banco, y presenció la agresión gritándole a Alfredo “N” que no lo golpeara.
La víctima, Jesús “N”, estaba frente al banco, esperando que pasara el camión para ir a su trabajo, y como no llegaba, caminó hacia la esquina para ver si se aproximaba, y fue entonces que sintió un fuerte golpe en la cabeza, y enseguida otro puñetazo en un costado, y ya estando en el suelo, una seria de patadas que le propinaba “El Tacuba”, a quien no conocía, y le gritaba ¿por qué me pegas?
Con una herida sangrante a la altura de uno de los ojos y una fuerte hemorragia nasal, entre otros golpes, el afectado fue llevado al hospital de la Cruz Roja Mexicana, y más tarde a la Clínica 7 del Seguro Social, donde tras practicarle diversos estudios se descubrió que con los golpes se le ocasionó una fractura en el cráneo.
Cuando le llegó el turno de declarar a Alfredo “N”, por consejo de su abogado decidió guardar silencio, y para que le resolvieran su situación legal, de entre las 3 opciones que le dio el juez, que fuera en ese momento, dentro de 72 horas o 144, escogió la última, razón por la que fue suspendida la audiencia inicial y se reanudará el próximo 26 de febrero.
Antes de dar el último malletazo, el juez le preguntó al Ministerio Público si tenía alguna otra solicitud, y este le indicó, que consideraba necesaria la imposición al imputado, de la medida cautelar de la prisión preventiva, la cual justificaba, con una evaluación hecha por un experto de la Unidad de Medidas Cautelares.
Uno de los motivos por el que se dijo que Alfredo “N”, alias “El Tacuba”, se tenía que quedar en la cárcel de manera provisional mientras se decide si lo vinculan o no a proceso, era porque al ser una persona con un trabajo informal de lava coches, adepto al consumo de drogas, y que según dos de sus tías, no tiene un domicilio, porque la casa donde vivía la perdieron, era una latente posibilidad de que no se fuera a presentar por su cuenta ante el juez.
A lo anterior, el Ministerio Público le sumó como argumento, el que a la víctima, una persona de edad avanzada, y con capacidades diferentes, la atacó a plena luz del día en un espacio público y sin razón alguna, y la siguió golpeando hasta que otras personas intervinieron para ayudarlo, lo cual hacía de Alfredo “N”, un riesgo no sólo para la víctima, sino para la sociedad entera, de permitirle volver a las calles.
El juez, sin embargo, consideró que para el caso, la medida cautelar de la prisión preventiva, era excesiva, y en vez de ella, le impuso al “Tacuba”, la obligación de ir a firmar de manera periódica, hasta en tanto no se resuelva su situación legal, exhortándolo a que se presente voluntariamente a la próxima audiencia, ya que de lo contrario se podría girar una orden de aprehensión en su contra.