La Prensa
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Un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que transportaba a migrantes esposados y que partió desde Texas, tardó siete horas en llegar a su destino, en Guatemala, debido a que tenía prohibido sobrevolar por el espacio aéreo de México.
Con al menos 80 deportados, el vuelo salió desde Fort Bliss, una base del Ejército en El Paso, y tardó casi el doble de lo que tomaría una ruta directa, debido a que, según informó Orlando Marrero, vocero de la Patrulla Fronteriza, se impidió su paso por México.
A bordo del avión había al menos ocho menores de edad.
“El mensaje que tenemos para esas personas es que si cruzas la frontera ilegalmente (sic), los vamos a deportar a su país de origen en cuestión de horas”, dijo Marrero.
El gobierno de Trump ha utilizado aviones militares para deportar a personas hacia Guatemala, Ecuador y Colombia, a diferencia de las prácticas previas de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus iniciales en inglés) de emplear vuelos chárter y comerciales.
“Hay algunos países que no les gusta que aviones militares entren en su territorio”, dijo el representante federal, Henry Cuellar, quien representa a un distrito fronterizo de Texas.
“Es algo que logísticamente tiene que acordarse con el país con anticipación, porque no quieres que un avión tenga que dar la vuelta en pleno vuelo”.
Colombia rechazó aviones estadunidenses con migrantes
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, rechazó el domingo dos aviones militares de Estados Unidos con migrantes a bordo, lo que llevó a Trump a anunciar aranceles del 25 por ciento sobre las exportaciones colombianas.
Ese mismo día por la noche, los dos gobiernos llegaron a un acuerdo por el que Colombia, según la Casa Blanca, aceptó «todos los términos del presidente Trump», incluida la admisión de migrantes irregulares, condicionando su traslado en aeronaves militares colombianas que, según Petro, garantizarían su dignidad.
El Pentágono comenzó a desplegar elementos en activo en la frontera la semana pasada, pero de momento no está claro hasta qué punto se desviarán de sus papeles de apoyo que han desempeñado bajo presidentes desde George W. Bush, incluida la vigilancia terrestre y aérea, la construcción de tramos de muro fronterizo y la reparación de vehículos.
Una ley de 1878 prohíbe la participación militar en la aplicación de la ley civil, pero Trump y sus asesores han señalado que el presidente podría invocar poderes de tiempo de guerra.
En una orden ejecutiva emitida el día de su toma de posesión en la que declaró una emergencia en la frontera, el mandatario dijo que el Departamento de Defensa podría ayudar con la detención y traslado de migrantes, dos aspectos de alto costo.
Trump ordenó el jueves que se utilice una base de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, para detener a migrantes, asegurando que podría albergar hasta 30 mil personas. Esta medida prácticamente duplicaría la capacidad actual de detención de ICE.
Yael Schacher, director para las Américas y Europa en Refugees International, dijo que usar aviones militares para las deportaciones era poco común pero “en gran medida simbólico”.