Evita este error común al comer mandarinas y aprovecha mejor sus beneficios sin desperdiciar lo más valioso
Las mandarinas son una fruta muy popular gracias a su sabor dulce y a sus beneficios para el cuerpo, pues constituye una fuente natural de vitamina C. Pero ¿las consumes de manera adecuada?
Hoy en Menú te contamos por qué no deberías desechar el albedo de la mandarina, esa capa blanquecina que se encuentra entre la cáscara y los gajos.
¿Qué es albedo de la mandarina?
Al comer mandarinas es común empezar retirando la cáscara y, en muchos casos, eliminar su capa blanquecina similar a una telaraña que cubre la fruta, desechándola por completo.
Esa parte de los cítricos es el albedo. De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Mujeres de Kobe, Japón, esta capa actúa como un depósito de agua para los sacos de jugo, semillas y hojas durante tiempos de sequía.
De aquí mismo se suele extraer pectina. Dicho compuesto es un polisacárido complejo presente en todas las paredes celulares primarias de las plantas y cumple funciones clave en diversos procesos biológicos.
El albedo forma parte de la cáscara de la mandarina junto con el llamado flavedo (la capa más externa y colorida), explica otro estudio realizado por investigadores del Instituto de Desarrollo Rural de Paraná Brasil.
Ambas capas suelen convertirse en subproductos de la mandarina que, si no se aprovechan adecuadamente, pueden representar un desecho y una posible fuente de contaminación ambiental.
La misma investigación brasileña agrega que tanto el albedo como el flavedo son una fuente rica en compuestos bioactivos, entre ellos, polifenoles y antioxidantes con potenciales beneficios para la salud.
Por lo anterior, su aprovechamiento podría ocasionar un impacto positivo en la alimentación y la sostenibilidad.
¿Cuáles son los nutrientes del albedo de la mandarina?
Según una investigación publicada en el Journal of Nutritional Science and Vitaminology, el albedo de la mandarina podría ser clave para reducir los niveles de grasa en sangre.
Mediante la realización de diversos estudios se ha demostrado que el consumo del albedo, debido a su alto contenido de fibra, también podría reducir los triglicéridos en sangre. Y es que este componente ayuda a evitar que el cuerpo absorba grandes cantidades de grasa.
Por otro lado, un artículo publicado por el Natural Product Communications indica que el extracto del albedo de la mandarina cuenta con una actividad antioxidante, por lo que previene los efectos negativos del estrés celular.
En la misma investigación se analizaron los componentes nutrimentales del albedo, que son los siguientes:
- Agua: 52.7 g
- Fibra: 30.8 g
- Grasas: 5.6 g
- Proteína: equivalente a 9.6 kcal
- Minerales: 3.3 g
¿Qué beneficios tiene el albedo de la mandarina?
Conservar esta parte de la mandarina e incluirla en la alimentación podría permitir aprovechar su fibra, minerales y azúcares, además de su alta actividad antioxidante.
Otro estudio, realizado por la Universidad de Ciencias Veterinarias y Animales de Lahore, añade que el albedo podría integrarse en suplementos, alimentos funcionales o tratamientos naturales, en lugar de ser descartado como residuo.
Además, un análisis publicado en la revista científica Antioxidants determinó que contiene sustancias bioactivas con una fuerte capacidad para neutralizar los radicales libres.
Asimismo, los expertos sugieren que al utilizarlo en jugos constituye una “bomba” de ácidos esenciales, especialmente el ácido ascórbico o vitamina C, con una notable acción antioxidante y protectora para el sistema inmunológico.
¡Ya lo sabes! Consumir el albedo junto con la mandarina no solo suma beneficios, sino que potencia las propiedades nutricionales de la fruta, representando un gran aporte para la nutrición diaria.
Como siempre, antes de realizar cambios en tu dieta, se recomienda consultar a un especialista en nutrición.
POR: EL UNIVERSAL
