El Padre Néstor Martínez hizo un llamado a los católicos, para recordarles cual es el legado de los apóstoles Pedro y Pablo
Alexis Massieu
La Prensa
No te confundas yendo a otros lugares donde lo que hay, es un escenario en el que bailan, cantan, te motivan y te hacen llorar, pero no te salvan. Fue la advertencia y el llamado que le hizo a los católicos el día de ayer, el Vicario de la Diócesis de Saltillo Néstor Daniel Martínez, recordándoles cuál fue el legado de los Apóstoles Pedro y Pablo, pilares de la Iglesia.
Como bien sabemos—dijo–ellos fueron elegidos por el Señor para realizar una misión específica dentro de la iglesia. Murieron martirizados en Roma. San Pablo murió fruto de la persecución que lanza la segunda esposa de Nerón, Moria Sabina, quien era partidaria de la religión judía, y le molestaba muchos estuvieran haciendo seguidores de Cristo.
Esta grande persecución que emprendió Nerón, acabó también con la vida de Pedro, y su cuerpo se encuentra en lo que hoy es hoy la Basílica de San Pedro, donde descansa el Papa Francisco, y es la sede del Papa León XVI, señaló el sacerdote desde la parroquia Santiago Apóstol.
El domingo explicó el párroco fue una fecha consagrada a celebrar la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo, recordando aquello que le dijo Jesús a Pedro, “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.”
Gracias a Pedro, a esa piedra sobre la cual se ha edificado la Iglesia Católica, explicó, los fieles a su Iglesia tienen acceso a la salvación.
Por eso invitó a celebrar a los apóstoles y reafirmar su pertenencia a la Iglesia Católica, desde el día que fueron bautizados, y confirmar que efectivamente están en la iglesia correcta, la iglesia de Jesucristo, la Iglesia Apostólica.
Estamos en el lugar correcto, reafirmó el Padre Néstor Daniel, y gracias a ello podemos salvarnos, podemos liberarnos de ir al infierno.
No te confundas queriendo ir a otros lugares donde lo que hay es un escenario donde bailan, cantan, te motivan, te hacen llorar, pero no te salvan. Sentenció el sacerdote.
Nosotros pertenecemos a la iglesia católica que tiene un fundamento sólido, una iglesia que ha sido fundada por Jesucristo.