Fueron asegurados por presunto abigeato por elementos de la Agencia de Investigación Criminal, tras los cargos presentados por Marco Rodríguez Galaz
Alexis Massieu
La Prensa
Por el robo de tres caballos, dos presuntos delincuentes que se dedican al robo de ganado, fueron detenidos por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), y llevados el día de ayer ante un juez penal, para responder por los cargos que levantó en su contra el ex alcalde del municipio de Castaños, Marco Antonio Rodríguez Galaz, quien tiene un rancho en esa localidad.
Se trata de Alejandro “N” alias “El Perico” y Juan Manuel “N”, alias “Juanillo”, quienes ya tienen antecedentes policiales y denuncias por robo de ganado en el municipio de Castaños, el cual presuntamente le venden a ejidatarios locales o de Nuevo León.
De acuerdo a la acusación hecha por el Ministerio Público, el delito de abigeato se cometió el pasado 16 de agosto aproximadamente a las 23:00 horas, en un predio conocido como la “Y” Griega, ubicado entre las carreteras 57 y 53, a la altura del kilómetro 166, por la vía que conduce a Monterrey, terreno en el que hay una bodega, y el afectado tenía 7 caballos y tres perros de la raza Basset Hound.
Rompiendo parte de la cerca, los acusados entraron al predio llevándose una yegua, una potranca de año y medio de edad, bayo, lucero en la frente, y una cría de 4 meses. Lo que implicaría daños materiales que ascienden a más de 59 mil 500 pesos, sin contar que se encontró muerto al más pequeño de los perros, y los otros dos canes están desaparecidos.
Entre las pruebas que pudo recabar el Ministerio Público, están diversos testigos, uno de ellos trabajador del rancho de la víctima, quien aquella noche cuando se iba retirando del lugar, vio al Perico y al Juanillo cargando unos costales, y caminando desde la parte baja de los puentes vehiculares, una zona que está afuera del predio en la que se da naturalmente el chile, y mucha gente va a piscar, por lo que no sospechó nada.
Otro de los testigos, asegura que el par de acusados le ofrecieron en venta los animales, diciéndole que eran del rancho de Marco, y que estaban calientes, pero este se negó hacer el trato precisamente por ser robados.
Tras percatarse del robo, trabajadores del afectado, iniciaron una búsqueda de los tres equinos, siguiendo las huellas que dejaron los animales, las cuales los condujeron dos días más tarde, hasta una casa abandonada conocida como “El palomar”, localizada sobre la carretera 53 con rumbo del ejido El Tanquito, la cual adentro de una de las dos habitaciones que la componen, tiene un corral, y en la otra hay tres grandes pozos como los que se usan para hacer barbacoa.
Cuando llegaron los detectives para recabar pruebas, encontraron muchas bolsas de color negro sobre las cercas de alambres, y tres tambos de metal llenos de grasa.
Cuando el juez le dio la oportunidad a los acusados de declarar, por consejo de su abogado decidieron guardar silencio, y solicitaron un plazo de 72 horas para preparar su defensa, motivo por el cual la audiencia inicial fue suspendida y se va a reanudar mañana jueves 28 de agosto a las 12:00 horas, fecha en la que se decidirá si los vinculan o no a proceso.
Pese a que el Ministerio Público pidió que se le impusiera a Alejandro y Juan Manuel “N” la medida cautelar de la prisión preventiva justificada, alegando que “El Juanillo” es de San Luis Potosí, que ambos viven en zonas despobladas y se pueden dar a la fuga, y que entre sus antecedentes hay más casos de robo de ganado, daños y amenazas, el juez a cargo de la causa penal 823/2025, no estuvo de acuerdo.
En cambio, a los presuntos ladrones de ganado, se les impuso la obligación de no salir de la localidad, de ir a firmar a la Unidad de Medidas cautelares, no acercarse al lugar del robo y no comunicarse con la víctima y los testigos, hasta en tanto no se resuelva su situación legal.
Cabe señalar que hasta el momento la acusación es únicamente por el delito de abigeato, quedando pendiente un caso por el aparente trato cruel que le dieron a uno de los perros, de los cuales su propietario, continúa buscando al resto, distribuyendo imágenes para saber si alguien conoce su paradero.
Estos perros, se indicó, están adiestrados para ayudar en la búsqueda de personas desaparecidas, y por su tipo de raza y el adiestramiento valen varios miles de dólares.
