Por Staff/Agencia Reforma
La Prensa
EU.- Putin ha dicho públicamente que quiere que todas las áreas en cuatro regiones clave que han sido capturadas por sus fuerzas, así como la península de Crimea -anexada ilegalmente en 2014-, sean reconocidas como territorio ruso.
También ha insistido en que las fuerzas ucranianas se retiren de algunas áreas en el este de Ucrania que las fuerzas de Moscú no han capturado. Kiev ha rechazado públicamente todas esas exigencias.
El Kremlin también quiere que Ucrania abandone su candidatura para sumarse a la OTAN.
Advirtió que no aceptaría el despliegue de soldados de miembros de la alianza militar y, de ocurrir, los consideraría un “blanco legítimo”.
Putin también ha dicho que Ucrania debe limitar el tamaño de su ejército y dar estatus oficial al idioma ruso, exigencias que ha efectuado desde que el conflicto comenzó.
El asesor de Putin en asuntos exteriores, Yuri Ushakov, declaró este mes al diario de negocios Kommersant que la policía rusa y la guardia nacional permanecerían en partes de Donetsk -una de las dos áreas principales, junto con Luhansk, que conforman la región del Donbás- incluso si se convierten en una zona desmilitarizada bajo un posible plan de paz.
Ushakov advirtió que tratar de llegar a un acuerdo podría llevar mucho tiempo. Dijo que las propuestas de Estados Unidos que tomaban en cuenta las exigencias rusas habían sido “empeoradas” por las alteraciones propuestas por Ucrania y sus aliados europeos.
Trump ha sido algo receptivo a las exigencias de Putin, argumentando que se puede persuadir al presidente ruso para que ponga fin a la guerra si Kiev acepta ceder territorio ucraniano en la región del Donbás y si las potencias occidentales ofrecen incentivos económicos para reintegrar a Rusia a la economía global.