Aarón López Lomas
La pasión musical del saxofón
La música ha estado presente desde su nacimiento. Las largas horas de ensayo de la orquesta familiar liderada por su padre, don Aarón López Villarreal, fueron el pan de cada día para Aarón y sus hermanos.
Acordes de diversos instrumentos musicales marcaron su crecimiento, sin embargo, el saxofón lo cautivó a tal grado de ejercer una carrera musical que, hoy en día, es reconocida en Ramos Arizpe y muchas otras regiones de México.
Aarón López Lomas es un destacado ramosarizpense que ha dedicado su vida a la música y al impulso de la cultura, convencido de que son herramientas indispensables para la construcción de una mejor sociedad.
¿Cómo inicia tu carrera musical?
Vengo de una familia de músicos desde mi abuelo, Isidro López, que tenía una orquesta formada con mis tíos. Mi papá es el hermano menor y casi todos sus hermanos mayores tocaban violín, bajo sexto, tenían una comparsa que iba a ejidos de aquí de Ramos y otras ciudades, hacían obras de teatro, eran todos artistas.
Cuando niños, tendría yo cinco o seis años, veíamos los ensayos de mi papá – que después tuvo solo su agrupación- y mis hermanos Claudia e Isidro también empezamos a hacer los “pininos” con los instrumentos que estaban ahí; mi papá vio cuánto nos gustaba y decidió inculcarnos la música desde pequeños.
¿Con cuáles instrumentos empiezas?
Inicié con el bajo eléctrico y ya más grande estudié en la Escuela Superior de Música, en Saltillo, y encontré la preferencia en el saxofón. Para los 18 años lo descubro y hubo la oportunidad de conseguir uno prestado, conseguí unas clases con un jazzista de Saltillo, y fue el parteaguas para dedicarme a este concepto.
Ya para los 20 años me incorporo a la orquesta de mi papá, “Aarón López Show”, hasta que decidí emprender mi proyecto personal “Aarón López Sax Performance”, ya como solista.
¿Por qué el gusto del saxofón?
Aunque es un instrumento más o menos difícil, en el que tenemos el contacto con la boquilla, para mi es muy satisfactorio poderlo tener tan cerca como el violín. Me apasiona porque mueve los sentimientos de la gente, es algo fuera de serie con mucha sensibilidad.
¿Y cómo fue la preparación?
He tenido la oportunidad de recibir importantes enseñanzas, cualquier instrumento es muy celoso y demanda muchas horas de estudio, practicar escalas diferentes, porque luego la gente se va percatando.
En mi caso llevo el atril con partitura y me gusta interactuar con la gente, eso demanda mucha práctica diaria porque hay que implica mucha memoria, tanto por los temas que me van solicitando como los que ya tengo montados en el repertorio.
¿Cuánto tiempo se dedica al ensayo?
Más o menos dos horas diarias dependiendo de los eventos y las necesidades que tengamos en puerta.
¿Cuáles son los retos con este instrumento?
La música nos lleva a un punto de reinventarnos, en este caso busco adaptarme a varios géneros para el gusto de la gente. Es un reto cuando llego a un evento y ver gente de diferentes edades. La primera canción siempre me sirve con un sondeo, al estar al centro de la pista y me muevo para ir checando qué tanta gente joven o adulta hay, y voy tratando de manejar todos esos diferentes gustos.
Sí es difícil porque hay que preparar temas actuales, hacer algún tipo de cover con un cambio que la gente pueda reconocer, y con el estilo de uno mismo.
¿Cuáles son los retos a nivel técnico, físico?
Ahora con todo esto de la contingencia me ha servido mucho para prepararme más en mi condición física, hacer abdominales para manejar más mi respiración y oxigenar bien. Sí requiere mucha técnica y también buscar un buen peso porque se usa mucho el diafragma; hay que cuidar la presencia, pero sobre todo la afinación que nos va a permitir un buen sonido.
¿Cuáles son los cuidados físicos que se requieren?
Trato de hacer ejercicio porque es mucha la exigencia y sí se nota porque de pronto uno se puede empezar a sofocar. La respiración es la clave por lo que la prioridad es mantener los pulmones sanos; evito el cigarro y las bebidas porque el saxofón es mi vida y no lo cambio por nada, si quiero seguir trabajando a futuro tengo que cuidarme mucho.
¿Cómo compaginas la carrera musical con la familia?
Tengo tres hijos: Aarón, Alán y Alexa que también tienen un gran gusto por la música. A Aarón le gustó el saxofón, no lo hace profesionalmente porque está dedicado a su carrera, pero sí lo tiene como un hobbie.
A mi hija Alexa le gustó el piano y a Alán le gustaron las percusiones, de manera que la música está en casa todo el tiempo.
Mi esposa Brenda es la que nos comanda, le toca ver cómo la casa es un campo de batalla en el que a veces estamos todos practicando, y es el pilar de nuestra familia, quien nos apoya y motiva en todo momento.
¿Cuáles son las experiencias más satisfactorias de tu carrera?
Me ha tocado estar en diferentes escenarios, tocar para gobernadores, alcaldes, y un público muy variado; he colaborado con artistas de varias ciudades y todo deja grandes enseñanzas.
Lo que más tengo grabado fue una presentación en Parras con 350 personas porque al final la gente se puso de pie y ovacionó. Igual me pasó en Zacatecas, y es algo que no se tienen palabras para describir ya que es un gran orgullo el sentir que la gente aprecia y conecta con lo que busco transmitir.
La gente me ha dicho que la música les hace volar, que viajan con las canciones, y eso es algo de mucho valor.
Me he presentado en Guadalajara; en municipios de Coahuila como Parras, Torreón, Acuña; en Monterrey.
Con este concepto, como es saxofonista solista, lo que trato es de grabar con músicos en vivo todo mi acompañamiento y eso me da la facilidad de viajar a todos lados.
¿Cómo te sientes cuándo tocas el saxofón?
Las primeras dos canciones me tienen un poco nervioso porque estoy al pendiente de cómo va a reaccionar la gente, pero pasando esas dos canciones cierro los ojos y me dejo llevar a la espera de que la gente conecte con esta música.
Hay una música que me gusta mucho que se llama “Misty” y me transporta mucho, y busco compartir parte de esa sensibilidad hacia la gente.
¿Cómo describes este instrumento?
El saxofón es una parte de uno mismo, es la extensión del cuerpo y del alma; cuando uno logra tener la conexión con el instrumento es como una fusión, y ahí es donde viene la magia de transmitir a la gente.
¿Qué le gusta a la gente?
Piensa uno que porque el reguetón está de moda todo gira en torno a ese género, pero no es así. Me ha tocado sorprender a los jóvenes con covers de Julión Álvarez, por ejemplo, y se quedan admirados de cómo puede sonar desde el saxofón.
Me encantan los temas de las grandes orquestas, temas de películas, pero busco innovar y hay asombro entre la gente.
¿Qué es la música en tu vida?
Para mí la música ha sido todo, gracias a Dios ejecuto varios instrumentos a parte del saxofón, como el piano y la guitarra, el violín no se me dio, pero he tratado de aprender de todo porque sé que cuando uno dirige una agrupación debe conocer todos los instrumentos para poder hablar del tema.
Además de saxofonista ¿qué más has hecho?
La carrera me ha dado la oportunidad de estar como maestro de música, y desempeñarme como director de la Casa de la Cultura de Ramos Arizpe, siempre agradecido con la oportunidad que me da el alcalde Chema Morales, y tener la sensibilidad de poder hacer mucho en esta materia.
Buscamos abrir el panorama y la sensibilidad de usar la música para fortalecer a los jóvenes, crear semillas para que quienes quieran sigan adelante en la música.
Cuando yo era joven me tocó que no toda la gente te compartía de sus experiencias, eran muy celosos, se hacía muy difícil porque por más que preguntaras te decían que aprendieras a tu manera. Ahora que estoy en esta posición busco compartir todo lo que conozco porque es una forma de plantar semillas y, tarde o temprano, van a ir surgiendo nuevos talentos.
¿Cuál es la importancia de la música en la sociedad?
Además de mi dedicación al saxofón, he sido maestro de música a lo largo de 23 años y me ha tocado ver cómo hay alumnos que han sobresalido mucho, algunos ya en la Ciudad de México, y les abre mucho el panorama, detona su curiosidad, los lleva a utilizar los dos hemisferios de su cerebro.
La comida, la música y el estudio son fundamentales para el crecimiento del ser humano, y si es desde pequeños con mayor razón les abre el panorama.
¿Qué viene en los proyectos personales?
Ahora con el tema de la pandemia se me quedó pendiente un disco, ojalá que para agosto podamos presentarlo mediante las plataformas porque me gustaría que quedara el antecedente. Si bien tenemos presencia en redes sociales, me gustaría que pudiera subir a plataformas.
El proyecto lleva covers, y material propio que espero sea del agrado del público.
Descendiente de músicos, con un tío exalcalde y otros familiares también en la política y el servicio público, ¿Qué representa formar parte de una familia tan conocida en Ramos Arizpe?
Es una gran responsabilidad porque a donde llegue me hacen referencia de mi padre, Aarón López, quien tiene una carrera de 54 años como músico. Hay un compromiso para hacer las cosas con calidad y pasión. Mi tío Erasmo López, también muy conocido, es otra referencia de respeto y responsabilidad.
Donde se plante uno tiene que hacer lo mejor posible para un buen papel, como lo hicieron ellos.
¿Qué mensaje hay para tu familia?
Mi mayor agradecimiento para mi esposa, Brenda, porque siempre ha estado impulsando y apoyando en los buenos y malos momentos, como ahorita en la pandemia en que se detuvo toda la actividad y nos llevó a un momento de angustia, pero ella siempre me motiva. Es la pieza clave para estar en pie. Mi amor enorme para mis tres hijos, y el agradecimiento para mi familia López Villarreal y López Lomas que, con sus enseñanzas, me dieron buenas bases y ahora busco compartirlas con toda la gente.
