CIUDAD DE MÉXICO.- La desaceleración económica de 2019 y la crisis por la pandemia del Covid-19 afectaron la generación de empleos formales en México, no sólo por la destrucción de millones de plazas, sino también por las que no se crearon para incorporar a más personas a las filas del mercado laboral.
En los últimos 12 meses se perdieron 676 mil empleos formales. Si a esa cifra se le suman los trabajos que se dejaron de abrir en los últimos dos años, conforme al ritmo de nuevas plazas del sexenio anterior, el déficit de puestos asciende a 2.4 millones hasta febrero de 2021, de acuerdo con cálculos del Centro de Estudios para el Empleo Formal.
El presidente del centro, Armando Leñero, dijo que una parte de las personas que perdieron su trabajo en los últimos dos años aún está desempleada, mientras que otra se ha ido a la informalidad.
Sin embargo, explicó que hay otro segmento importante que se fue a la población no económicamente activa disponible, que repuntó de 5.7 millones en febrero de 2020 y a poco más de 8.2 millones de personas en igual mes de 2021, y que son personas que no buscan empleo, pero que de haber una oportunidad están dispuestos a tomarla.
«La consecuencia de que estas personas se hayan quedado sin ingresos o bajado sus percepciones, es que la tasa de pobreza laboral en el país, es decir, la población cuyo ingreso es insuficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria, se haya incrementado en 4.8 millones aproximadamente el año pasado. La repercusión de estar perdiendo empleo formal es ver más personas en la pobreza».
El experto comentó que para regresar a las 20.6 millones de plazas registradas ante el IMSS, que existían en febrero del año pasado, antes de que estallara la crisis sanitaria, se tienen que generar 677 mil plazas netas en los próximos 12 meses, el doble de las que se reportaron en 2019.
En su opinión, lograr esa cifra es difícil porque no están dadas las condiciones para hacerlo.
«No hay certidumbre jurídica, de un momento a otro cambian la ley de energía eléctrica, no hay Estado de derecho, las leyes no se cumplen, ahora quiere prohibir la subcontratación. Esos temas en conjunto con la cancelación de proyectos genera desconfianza y ahuyenta la inversión».
El directivo considera que con dificultades se recuperarán las plazas perdidas por la pandemia para marzo o abril del próximo año.
Explicó que ese escenario sólo es para regresar a los niveles de empleo formal previos a la pandemia; sin embargo, la meta para recuperar las plazas que se han dejado de generar en los dos últimos años es mucho más complicada, porque el rezago se sigue acumulando con el tiempo.
«Tendríamos que crecer al doble de los 670 mil puestos que en promedio al año se generaron en el sexenio anterior, es decir, casi un millón 200 mil plazas anuales, para tener lo que se dejó de hacer, más o menos en agosto de 2025, si no es así, lograr cerrar esa brecha va a tardar más».
El problema, dijo, «es que no se están atacando las causas que dieron origen a la crisis económica, que son las políticas públicas de este gobierno, es necesario aplicar otras diferentes porque si se sigue con la misma estrategia. Así tendremos un crecimiento muy pequeño y no vamos a recuperar lo perdido».