Fabiola Sánchez
“Me duelen mis piecitos, estoy cansada, tengo hambre, solo he comido pan y agua”, estas fueron las desgarradoras palabras de Hilary, una pequeña venezolana de tan solo 7 años de edad, quien viaja junto a sus padres en la caravana de migrantes.
Miles de migrantes se enfrentan a un calvario con el único objetivo de llegar a Estados Unidos en busca de una mejor vida para su familia, entre cientos de indocumentados que arribaron a la Región Centro, una familia de origen venezolano expuso las razones por las cuales salieron huyendo de su País.
Ever Urbano e Ismenia Moreno, son un joven matrimonio que camina por la orilla de la carretera 57, acompañada por su pequeña de tan solo 7 años de edad. Ellos salieron huyendo de su ciudad natal, hace dos meses.
“En nuestro País, la economía está por los suelos, no hay empleo y quien trabaja gana 6 dólares por semana, esto no alcanza para solventar gastos en el hogar, tenemos familia y queremos lo mejor para ellos”, dijo Ever el jefe de familia.
Cabizbaja, adolorida y con poco aliento para hablar, Ismenia, confesó teme por la integridad de su hija y de ella, pero es algo que tienen que arriesgarse para darle un mejor futuro a su pequeña, detalló que el trayecto ha sido complicado y muy doloroso.
“Hemos atravesado la selva de Panamá, estuve a punto de morir ahogada en el Rio, no tenemos ropa, ni alimento, el poco dinero que traíamos lo gastamos en comida, mi hija tiene hambre y yo constantemente tengo dolores y calambres en mis pies, pero tenemos que seguir”.
Mientras la pareja de migrantes detallaba el calvario que han soportado, Hillary, intervino a la conversación y agregó, algunas escenas desgarradoras que ella ha visto durante este trayecto.
“Cuando atravesábamos la selva, murió una muchacha porque estaba muy cansada de caminar y un señor quiso viajar en tren y se cayó, la rueda del tren le cortó su pie y tenía mucha sangre, lloraba mucho de dolor”.
Indicó la menor que, ella lo único que quería era llegar a Estados Unidos con bien y al lado de sus papás, dijo solo se había alimentado de pan y agua en todo el día, que desde que descendieron del autobús habían caminado mucho y estaba muy cansada.
“Mi papá me ha cargado y mi mamá también, pero sé que estoy un poco pesada y que ellos también están cansados, hemos comido solo pan y ya tenemos hambre”.