CARLOS MANZO, el Alcalde Independiente, recién asesinado a sus 40 años de edad, conocido por su sombrero y su combate frontal contra el crimen organizado, reconocía que vivía con mucho miedo en Uruapan, Michoacán.
“Tengo mucho miedo, (pero) no podemos dar ni un paso atrás, está en riesgo nuestra vida”, soltó en septiembre pasado.
Tras romper con Morena en 2024, MANZO, conocido como “El del Sombrero”, se convirtió en el primer Alcalde independiente de Uruapan, Michoacán, y su postura frontal contra el crimen organizado le valió el reconocimiento de su comunidad… y la muerte.
El Gobierno de MANZO estuvo marcado por acciones polémicas, pues no sólo se involucraba en los operativos de seguridad de manera presencial, sino que llegó a golpear a elementos de seguridad del Estado acusándolos de abuso de autoridad.
En reiteradas ocasiones clamó a la Federación, ya en tiempos de SHEINBAUM, por ayuda para acabar con la violencia en Uruapan.
Es decir, tomaba acciones contra la delincuencia que contrastaban con la presunta pasividad del Gobernador de Michoacán, el morenista ALFREDO RAMÍREZ BEDOLLA, a quién acusó de corrupto, de robar y de extorsionar.
A principios de abril, por ejemplo, el robo de una camioneta de alta gama en Uruapan provocó una movilización policiaca en la que participó el propio Manzo a bordo de un helicóptero, para dar seguimiento a la persecución que se extendió hasta una zona rural de la comunidad de Caltzontzin.
“Ahí está, ahí va bajando, ¡denle, denle!, aquí viene, apriétale”, se oyó decir a Manzo en una grabación realizada desde el aire.
Tras la persecución por tierra y aire, autoridades atraparon al asaltante de autos y recuperaron una camioneta Mercedes Benz que había sido robada con violencia en Uruapan.
PESE A LA VIOLENCIA, ABANDONO…
No le entraba al tema ni OMAR GARCÍA HARFUCH ni tampoco le entraba la SEDENA.
Un mes después y tras el asesinato de una trabajadora del Ayuntamiento de Uruapan, al exterior de una escuela particular, instruyó a la Policía Municipal a “abatir” a delincuentes armados si se resistían a la detención o agredían a la población.
“Delincuente que se tope que ande armado y que se resista a ser detenido o que agreda a la ciudadanía, hay que abatirlos, no hay que tener ninguna consideración con ellos (…) No vamos a pactar con ningún grupo delictivo”.
Sus declaraciones fueron reprobadas por la Presidenta SHEINBAUM; sin embargo, MANZO respondió a la Mandataria que si lograba pacificar el municipio “sin un disparo” presentaría su renuncia y se iría satisfecho, como lo sugerían los abrazos y no balazos.
Sostenía que Uruapan estaba “rodeado” por grupos criminales que vivían de la extorsión a productores, comerciantes y transportistas.
ME PUEDEN CHINGAR, PERO…
“Nos heredaron grupos delictivos que están en todos los cerros, de todos los colores, de todos los cárteles, estamos rodeados de grupos criminales que se dedican a extorsionar y a matar”, expresó, condenaba la pasividad de LÓPEZ OBRADOR y de SHEINBAUM.
El Alcalde, que temía por su vida, aseguraba que la ciudadanía continuaría con el combate al crimen incluso si él no estaba.
“A mí me podrán chingar, pero se quedan con un tigre muy enfurecido que es el pueblo de Uruapan. Aguas, aguas, porque si nos tocan a nosotros van a tocar a todo el pueblo de Uruapan”.