Omar Velázquez
FRONTERA, COAH. – Recostado en su cama, en la colonia Bellavista, Julio Escobedo narra los momentos de terror que vivió la noche del domingo cuando fue arrollado junto a otras 2 personas por un elemento de Tránsito Municipal, en el bulevar Juárez, accidente que costó la vida de la maestra Patssy Galván.
«Yo llegué a comprar de cenar, trabajo ahí cerquita, en un hospital, también le iba a llevar la cena a unas compañeras enfermeras cuando sucedió todo, yo quedé ahí tirado, a un lado de la muchacha, ella estaba muerta en medio de un charco de sangre», narró.
Julio recordó el trágico momento, señalando que vio cómo el automóvil Chevrolet Camaro impactó de lleno el vehículo Aveo, conducido por la joven maestra que perdió la vida en el fatal accidente.
«Me terminé un hotdog, estaba platicando con los del puesto, son mis amigos, cuando vimos que venía el choque porque el Camaro venía muy rápido, uno de los del puesto gritó para alertar, y en eso se dio el choque, el carro de la muchacha dio varías vuelta, giró y ella salió disparada del carro, ya venía doblada, sus pies aquí a la altura del pecho, quedó tendida en el suelo y en eso el Camaro nos aventó, a mí me pasó los neumáticos por encima de mi pierna derecha».
De inmediato vía radio, Julio informó al hospital donde trabaja del accidente y sus compañeros acudieron en su auxilio, trasladando al joven padre de familia al hospital San José para descartar cualquier lesión de gravedad.
«Me ayudaron mis compañeros, llegaron en una silla de ruedas y me trasladaron, ahí me cosieron mi brazo, no dejaba de sangrar, después me llevaron al IMSS porque sí tenía golpes en el cuerpo, de hecho, uno de los de Fiscalía me comentó que de los lesionados yo era el que tenía más», dijo.
Julio sufrió lesiones en su pierna derecha, brazo izquierdo y en la espalda, así como en el abdomen, afortunadamente no son de consideración, sin embargo, deberá permanecer en reposo por varias semanas.
Al platicar con él, y preguntarle sobre sus pensamientos en el momento del accidente comentó: «Le recé a Dios, pensé en mi familia, en muchas cosas, empecé a llorar, la muchacha estaba a un lado mío muerta, en medio de un charco de sangre, y la verdad siento mucho lo de la maestra, estaba muy joven», señaló.
Dijo que él quedó debajo del automóvil Camaro, pero empezó a escuchar cómo el tanque de gas del carro de hotdog empezó a fugar, y como pudo salió debajo del vehículo y ayudó al vendedor de hotdog a cerrar la válvula para evitar una tragedia mayor.
Agregó que vio como los 3 sujetos que viajaban a bordo del automóvil Camaro que se daban a la fuga: «Yo los vi, y les decía ‘no se vayan’, corrieron rumbo a Frontera, en eso llega una chica del Oxxo y le dije, aquellos tres que van allá son los del carro, para que le avises a los de la patrulla, en eso me llevaron al hospital, supe que los agarraron en Frontera», finalizó.