Las víctimas son dos alumnos de 3 y 5 años del Jardín de Niños Federico Froebel; los agresores son sus propios compañeros
Oscar Ballesteros
LA PRENSA
Dos menores, de 3 y 5 años en su momento, habrían sido víctimas de bullying que evolucionó a presuntos ataques sexuales por parte de sus compañeros en el jardín de niños “Federico Froebel”, según denuncias de sus padres, Pablo y Danae.
De acuerdo con la versión de los padres, basada en declaraciones y estudios realizados a los menores, la situación comenzó el año pasado con agresiones físicas y verbales, y escaló a tocamientos inapropiados, incluyendo el uso de palos como instrumento para introducirlos en su recto. Los presuntos agresores serían tres estudiantes de tercer grado de kínder.
“Pese a los reportes que hicimos a la dirección de la maestra Regina Sánchez, ella nos decía que no pasaba nada. Se supone que se envió a los niños agresores a terapia (…) nos canalizaron con la supervisora, quien nos dijo que necesitaba pruebas para dar seguimiento”, declaró el padre.
A pesar de que se prometió la intervención de la PRONNIF, nunca hubo contacto, lo que llevó a los padres a acudir a las oficinas de la procuraduría, donde desconocían el caso. Finalmente, se dirigieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), que tomó la queja y respondió a través de su titular, Martha Herrera, quien indicó que se comunicaría con su abogada para abordar la situación.
Hasta ese momento, la CEDH empezó a operar en el caso, citando a los niños para entrevistas. No obstante, los padres se negaron a participar para evitar revictimizar a sus hijos. También se solicitó información sobre la intervención con los tres agresores, pero esta fue rechazada por tratarse de archivos privados, lo que generó desconfianza en los padres.
A pesar de que su hijo mayor ya egresó del kínder y los agresores también, el padre no quiere dejar el caso impune, ya que otro de sus hijos sigue en el plantel y podría ser cuestionado. Considera iniciar un procedimiento judicial contra SEDU y PRONNIF por su falta de acción en el caso.
“Mi hijo de tercero ya egresó y sí va a clases; el que pasó a segundo no está asistiendo. Ya tengo otro espacio, pero cambiarlo implicaría aceptar que mentí y cerrar el caso. La alternativa será demandar a SEDU y PRONNIF judicialmente, independientemente del proceso escolar”, concluyó el padre.